Durante el acto inaugural de la 54ª edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, participó del evento con visible entusiasmo, destacando su importancia cultural y tradicional para el país. “Me encantó. Lo mejor de la argentinidad”, expresó Villarruel al ser consultada por la prensa.
Además, la funcionaria celebró el valor simbólico de la festividad, afirmando: “Estoy muy contenta de estar presente en la 54ª edición del festival del Poncho. Es una muestra viva del compromiso que tenemos con nuestras raíces. Estoy acá apoyando a los catamarqueños, al norte argentino y a todas nuestras tradiciones que merecen ser reconocidas y celebradas”.
Villarruel también remarcó el impacto social y turístico del evento, que cada año convoca a miles de visitantes y artesanos de todo el país y del extranjero. “Este tipo de celebraciones reflejan la fuerza de nuestras culturas regionales y el orgullo de ser argentinos”, concluyó.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció este viernes que el Gobierno comenzará con el proceso de privatización de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA). Según precisó, la iniciativa se llevará adelante bajo un “esquema mixto” que permitirá abrir el capital de la compañía, con participación accionaria de los propios empleados.
Durante la conferencia, Adorni detalló que desde su reestatización en 2006, AySA recibió aportes por más de 13.400 millones de dólares provenientes del Tesoro Nacional y que su dotación de personal aumentó un 90%.
AySA brinda servicios de agua potable y saneamiento en la Ciudad de Buenos Aires y en 26 partidos del conurbano bonaerense. Su historia institucional incluye una etapa como Aguas Argentinas, entre 1993 y 2006, y previamente como Obras Sanitarias de la Nación (OSN), fundada en 1912 y privatizada durante el mandato de Carlos Menem.
La decisión actual se enmarca en el proceso de saneamiento de empresas públicas impulsado por el Gobierno. En ese contexto, Adorni denunció que AySA incurrió en “gastos innecesarios por más de 4.800 millones de dólares” durante la gestión anterior. Según afirmó, lejos de enfocarse en la prestación de un servicio eficiente, la empresa habría funcionado como “una plataforma de campaña para los funcionarios de turno”.
El vocero también reveló que se detectaron asignaciones de obras y financiación de eventos en municipios políticamente alineados, así como compras irregulares durante la pandemia. Entre ellas, mencionó la adquisición de camionetas Kangoo por 42.000 dólares cada una y la compra de inmuebles mientras regía el aislamiento obligatorio.
Además, explicó que de los 200 millones de dólares destinados a obras, el 25% se aplicaron en los distritos de Tigre y Malvinas Argentinas. “Saquen sus propias conclusiones de por qué fue así”, deslizó Adorni.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue diagnosticado recientemente con insuficiencia venosa crónica, tras manifestar una notoria hinchazón en las piernas. El cuadro fue calificado como “benigno y común” por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien aseguró que se presenta con frecuencia en personas mayores de 70 años.
Según el parte oficial leído por Leavitt, Trump, que cumplió 79 años el pasado 14 de junio, se encuentra en excelente estado de salud general. Tras realizarse una serie de estudios médicos, se descartaron afecciones más graves como trombosis venosa profunda, enfermedad arterial, insuficiencia cardíaca, renal o alguna condición sistémica. “Todos los resultados estuvieron dentro de los parámetros normales”, subrayó la vocera.
El diagnóstico surgió a raíz de síntomas como molestias en las piernas y una hinchazón similar a las várices. No obstante, la atención mediática creció luego de que varios seguidores notaran el tamaño de sus tobillos durante su presencia en la final del Mundial de Clubes de la FIFA, celebrada el 13 de julio en el MetLife Stadium de Nueva Jersey.
En los últimos días también se mencionó un hematoma en la mano del mandatario. Según los médicos, se trata de una irritación menor provocada por el uso habitual de aspirina —parte de su régimen preventivo cardiovascular— y la repetida presión de los saludos de mano.